Siempre ha estado en mi naturaleza cuidar y proteger. Quizás por venir de una larga saga de médicos y haber crecido en un entorno profundamente sanitario. La medicina es, para mí, una forma de ser.
Entiendo la medicina no solo como ciencia, sino como un arte que combina conocimiento, intuición, creatividad y humanidad. Porque no tratamos enfermedades: tratamos personas. Y cada caso clínico es único, cada paciente merece una escucha real y soluciones adaptadas.
Mi vocación investigadora nace de una necesidad profunda: responder a las preguntas que aún no tienen solución. Por eso desarrollo una tesis doctoral centrada en la artrosis, la enfermedad reumática más prevalente y una de las más incapacitantes, que sin embargo aún carece de tratamientos verdaderamente eficaces.
Además, participo activamente en varios grupos de trabajo de la Sociedad Española de Reumatología —artrosis, medicina privada, medicina regenerativa, reumatología intervencionista y reumatología joven—. He sido beneficiaria de varias becas de investigación, que me han permitido ampliar horizontes. Porque creo que cada paciente merece una oportunidad, y que la investigación es el camino para dársela.
Me implico con diversas asociaciones de pacientes y ONGs como Médicos Sin Fronteras y Greenpeace, porque entiendo la medicina también como compromiso social y medioambiental.
Desde 2020 ejerzo exclusivamente en práctica privada, actualmente en el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla. La medicina privada, pese a sus limitaciones, me permite desarrollar mi idea de la medicina con mayor libertad.
Desde 2017 trabajo como investigadora en nuestra Unidad de Ensayos Clínicos, ubicada en el mismo hospital, participando en estudios internacionales sobre enfermedades reumáticas, con especial enfoque en los distintos tipos de artritis y enfermedades autoinmunes sistémicas.
Estudié Medicina en la Universidad de Sevilla y me formé como reumatóloga en el Hospital Virgen Macarena, con estancias en el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) y el Hospital 12 de Octubre (Madrid), centradas en patologías autoinmunes y casos complejos.
Me apasiona enseñar, compartir conocimiento y seguir aprendiendo. Esto me ha llevado a ser tutora clínica de estudiantes de medicina, así como moderadora, ponente y revisora científica en congresos nacionales e internacionales.
Mi enfoque se basa en el principio clásico de ética médica: “primum non nocere” (ante todo no dañar), lo que me ha llevado a formarme en el campo de la medicina regenerativa, buscando terapias que ayuden a restaurar el bienestar de forma menos invasiva y con menores efectos secundarios.
Hoy, mi lema es claro: «empatía y ciencia para las articulaciones.» Porque la buena medicina se construye con conocimiento, pero también con tiempo, sensibilidad y compromiso.
Hay una frase que se me quedó grabada cuando la estudié en la carrera: “Cuando puedas curar, cura. Cuando no, alivia. Y cuando tampoco puedas, acompaña.” Y eso es lo que intento ofrecer en mi consulta, cada día.